Mientras me siento en la mesa a desayunar con mi familia este Día de Acción de Gracias, reflexiono sobre el torbellino de desafíos que trajo este año. Cada momento puso a prueba nuestra resiliencia y nos llevó al límite. Sin embargo, en medio del caos, surgió una gran cantidad de gratitud que transformó mi perspectiva.
Este año se convirtió en una práctica de gratitud consciente y constante. Me obligó a concentrarme en mis pensamientos, desafiar mis creencias y celebrar las pequeñas alegrías que a menudo pasamos por alto.
Un año de pruebas
Nuestros desafíos comenzaron inesperadamente cuando mi esposo necesitó una cirugía de triple bypass urgente. La salud, algo que a menudo damos por sentado, de repente se convirtió en el centro de nuestro mundo. El miedo a perderlo era abrumador, al igual que imaginar cómo podría cambiar la vida si no se recuperaba por completo.
Recuerdo estar sentada en el sofá, enfrentando lo desconocido. ¿Cómo le diría a nuestro hijo si sucediera lo peor? Incluso con un seguro que cubría el 80% de los costos, la tensión financiera persistía en nuestras mentes. Sin embargo, en medio de estos temores, las pequeñas victorias se convirtieron en nuestras anclas: su primer paseo por el vecindario sin detenerse, levantarse de la cama sin ayuda. Cada paso nos recordaba la fuerza que compartíamos como familia.
Luego, justo cuando mi esposo terminó la fisioterapia, me enfrenté a mi propia crisis de salud: una rotura de ligamentos cruzados anterior y medial colateral mientras practicaba taekwondo. Que tino, ¿no? Nuestro esperado viaje a Yellowstone parecía imposible, pero con muletas y el apoyo de amigos, lo hicimos inolvidable. Esta experiencia me recordó que la adversidad no tiene por qué definirnos; puede revelar nuestra fuerza.
Encontrar gratitud en el caos de la naturaleza
Como si los desafíos personales no hubieran sido suficientes, un ciclón bomba nos dejó sin electricidad durante cuatro días. Fue un duro recordatorio de lo poco que controlamos el mundo que nos rodea. Pero incluso en la oscuridad, encontramos luz: cenas a la luz de las velas, noches de juegos y tiempo con amigos. La conexión con los seres queridos se convirtió en un regalo, recordándonos que las cosas más importantes de la vida no dependen de la electricidad o la tecnologia.
Reconectarse con la gratitud
A través de cada prueba, la gratitud floreció. Teníamos un techo sobre nuestras cabezas, comida en nuestra despensa y amigos en quienes apoyarnos. Estos momentos subrayaron el poder de la familia, la comunidad y la resiliencia.
Este año nos enseñó a cambiar el enfoque de las carencias y los problemas a lo que teníamos. En lugar de detenernos en la adversidad, elegimos celebrar el lado positivo: una taza de café caliente, un abrazo de mi hijo o risas en tiempos difíciles.
Una invitación a encontrar el lado positivo
Al reflexionar sobre este año, considere sus propios momentos de adversidad. ¿Qué desafíos pusieron a prueba tus límites? ¿Qué lado positivo emergio a pesar de las pruebas? Tómate un momento para escribir una o dos cosas por las que estás agradecido, incluso si son pequeñas, en especial si son pequeñas, ya que notarás que puedes encontrar muchas si realmente las buscas. La gratitud es una práctica poderosa que puede transformar la forma en que ves los momentos más difíciles.
Reflexiones finales sobre el agradecimiento
Este año podría haber sido definido por sus desafíos, pero la gratitud transformó nuestra historia. Nos enseñó sobre la resiliencia, la fuerza de la comunidad y la belleza de encontrar alegría en lugares inesperados.
Mientras nos reunimos alrededor de la mesa de Acción de Gracias, levanto mi copa, no solo por la salud, sino por la gratitud que nos ayudó a superarlo. Que todos aceptemos nuestras pruebas y triunfos, dejando que la gratitud guíe el camino a seguir.
La gratitud tiene el poder de transformar incluso los momentos más difíciles en oportunidades de crecimiento y conexión. Si esto resuena contigo y estás listo para encontrar tu propio lado positivo, me encantaría apoyarte en tu viaje. Ya sea que estés enfrentando desafíos, sintiéndote estancado o buscando un sentido de pertenencia, el coaching puede ayudarte a avanzar con claridad y propósito.
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