¡Bienvenido de nuevo a nuestra exploración del poder de elección! La última vez hablamos de cómo reconocer nuestras elecciones me ayudó a afrontar una conversación desafiante con un amigo. Esta semana, profundicemos en la comprensión de dónde provienen nuestras reacciones y cómo esta conciencia nos permite tomar mejores decisiones.
Cuando digo "mejores opciones", no quiero decir que sean superiores o inferiores. Más bien, estas opciones son mejores porque respaldan el tipo de vida que aspiramos a vivir. Se alinean más estrechamente con nuestros valores y, por tanto, con la persona en la que queremos convertirnos.
La gran mayoría de la gente simplemente reacciona; algo sucede y reaccionamos casi automáticamente. No nos detenemos a considerar por qué o cómo reaccionamos; simplemente respondemos.
Nuestros cerebros han sido condicionados para funcionar de esta manera, de forma muy parecida a como nos cepillamos los dientes por la mañana o tomamos esa taza de café: simplemente lo hacemos.
¿Alguna vez te has sorprendido pensando: "Ojalá hubiera hecho algo diferente" o "Sé exactamente lo que debería haber dicho"? Estos pensamientos son comunes una vez que obtenemos la perspectiva para reflexionar sobre una situación de manera diferente, ¡Y usted no está solo!
Todos tenemos desencadenantes, arraigados en nuestras experiencias de vida, que nos recuerdan situaciones dolorosas del pasado. Identificar estos desencadenantes puede ser un paso crucial para comprender nuestras reacciones.
Como mexicana apiñonada, casada con un estadounidense blanco, mi experiencia de maternidad en el parque no fue fácil. A menudo me confundían con la niñera de mi hijo y las mamás en el parque no me permitía acercarme a ellas. Y cuando las niñeras sabian que yo era la mamá, tampoco era bienvenida en su grupo.
Esto me dejó con la sensación de que era muy difícil hacer amigas mamás en mi vecindario y que a menudo me discriminaban y luego simplemente dejé de intentar integrarme. Me mantuve reservada y decidí que no sabía cómo hacer amigos y que no podía hacer amigos en mi área.
Hubo recuerdos muy dolorosos que me hicieron cerrarme a posibles relaciones increíbles y un prejuicio hacia las amas de casa como las que conocí en el parque. Creé que no era identificable conmigo, que no era interesante.
Muchos años después, algunas de mis mejores amigas son muy blancas y algunas son ama de casa. Mi cierre fue una reacción que me protegió de ser lastimada, pero también me impidió tener las relaciones hermosas y significativas que tengo ahora. Los que me dieron la conexión que anhelaba.
Aquí hay algunos pasos sencillos a seguir para ayudarte a descubrir la fuente real de sus reacciones. Este es un proceso, no es magia, pero con el tiempo, te permitira saber la verdadera razon de tus reacciones.
Identificar el desencadenante
Reflexiona sobre un momento reciente en el que te sentiste desencadenado. ¿Cuál era la situación? ¿Quién estuvo involucrado? Al identificar el desencadenante, puedes comenzar a desentrañar las emociones ligadas a él.
En mi experiencia con amigas mamás, mi detonante fue conocer gente nueva.
Explorando las creencias subyacentes
A menudo, nuestras reacciones surgen de creencias profundamente arraigadas y de experiencias pasadas. Pregúntese: "¿Por qué reaccioné de esta manera?" y "¿A qué me recuerda esto?" Al examinar estas preguntas, podrá descubrir la raíz de su respuesta.
Intente utilizar un diario para explorar y responder todas estas preguntas. Quizás descubras cosas que nunca supiste.
Siguiendo el mismo ejemplo, con las experiencias que tuve, Decidí No era identificable y no tenía nada interesante que decir. Basado en esa decisión, seguí encontrando evidencia de ello a lo largo de los años, lo que cimentó eso en mi sistema de creencias.
Conciencia consciente
Practica la atención plena para observar tus pensamientos y sentimientos sin juzgar. Esta conciencia crea el espacio para que usted elija su respuesta conscientemente en lugar de reaccionar impulsivamente.
Hay varias formas de practicar la atención media. Esta semana, intenta concentrarse simplemente en notar tus pensamientos. Especialmente en momentos en los que sientes un gatillo.
Con este nuevo conocimiento, ahora me tomo mi tiempo cuando conozco gente nueva para respirar y estar presente, dándome cuenta de que no son las mismas personas ni el mismo tiempo que hace años. Conozco mi reacción automática y entiendo que tengo una opción.
Elección empoderadora
Una vez que comprenda sus factores desencadenantes y sus creencias subyacentes, podrá elegir cómo responder. Tienes el poder de cambiar tu perspectiva y tomar decisiones que se alineen con tus valores.
Ahora voy y entablo una conversación cuando veo gente nueva. A veces, la conversación no llega a ninguna parte y eso está bien. Otras veces, la conversación se convierte en una conexión que genera amistades profundas y satisfactorias.
Independientemente del resultado, lo sé si no es que algo anda mal en mí o que no soy interesante. A veces hacemos clic y otras no, pero tomo la decisión consciente de participar... ¡o no!
Conclusión
Recuerda, cada reacción es una oportunidad para aprender sobre ti mismo y crecer. Al comprender la fuente de sus reacciones, se empodera para tomar decisiones que conduzcan a una vida más plena.
¡Hasta la próxima, mantente atento y sigue explorando el poder de elegir!

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