En el camino hacia alcanzar nuestros sueños, a veces necesitamos bajarle al ritmo, no porque estemos atorados, sino porque necesitamos tomar un respiro, ordenar nuestras ideas y determinar cuál es realmente el siguiente paso. Pero, ¿qué sucede cuando ese “descanso” no es una elección? ¿Cuando el miedo, o tal vez el pánico total, nos ataca de la nada? ¿Cómo saber si es el momento de hacer una pausa real para tomar fuerzas e impulsarse o si es solo el miedo el que nos frena? Y, lo que es aun más importante, ¿cómo nos aseguramos de que el miedo no nos impida llegar a donde queremos ir?
Deja que el miedo sea tu guía (pero no dejes que te guíe)
El miedo es parte de la naturaleza humana, una emocion necesaria. Es la forma en que nuestra mente nos mantiene a salvo. Pero, si se lo permitimos, puede impedirnos tomar los riesgos que necesitamos para llegar a donde queremos ir. El miedo al fracaso, a lo desconocido, a lo que dirán los demás, a lo que ocurrirá si realmente tenemos éxito (porque, para ser honestos, a veces es mayor que el miedo al fracaso) puede mantenernos estancados en el mismo lugar. A salvo, claro, pero estancados.
¿Por qué tengo tanto miedo?
Para superar el miedo, primero debemos reconocer de dónde viene. ¿Está realmente ahí para protegernos, es una preocupación genuina por nuestro bienestar o es esa voz familiar de la duda que nos invade? Esa voz que le encata decir: “No puedes hacer esto” o “¿Qué pasa si lo pierdes todo? ¿Qué va a pensar la gente? ¿Qué pasa si se ríen de ti? ¿Qué pasa si lo logras y no puedes hacerlo de nuevo?”. ¿Suena familiar? Cuando entendemos de donde proviene el miedo, deja de ser tan poderoso.
La diferencia entre pausa y parar
Hay una gran diferencia entre elegir bajar el ritmo para recuperar el aliento, reordenar las prioridades o las idea y quedarse parado porque el miedo se ha apoderado de ti por completo. Cuando bajas el ritmo a propósito, te tomas un momento para pensar, integrar lo que haz aprendido y pensar, Sigues teniendo el control . Pero si el miedo es quien manda, esa “bajada del ritmo” puede convertirse en un paro total y, entonces, te quedas viendo cómo tus sueños pasan por la ventana.
La valentia da miedo (pero vale la pena)
Seamos realistas: ser valiente no consiste en NO tener miedo, sino en sentir el miedo y aun así seguir adelante. Superar el miedo, incluso cuando todo dentro de ti te dice: "No, hoy no", es lo que te acerca a tus objetivos. Confía en ti mismo. Confía en que los desafíos que enfrentas te están ayudando a crecer. Cada paso hacia adelante, incluso los que parecen difíciles, es un paso hacia la vida que sueñas.
Encontrar TU balance (cuando el mundo parece estar desequilibrado)
Es fácil perderse en el ruido: las expectativas de los demás, las dudas o incluso nuestro propio crítico interno. Por eso es fundamental encontrar el tu balance. Se trata de dejar de lado todo el ruido y volver a lo que realmente te importa. Es el espacio donde puedes volver a escuchar tu propia voz y tener claro lo que realmente quieres. ¿Recuerdas tu intuición, esa vocesita que generalmente ignoras? Ahí es donde reside tu poder.
Entonces, ¿cómo prosigo?
Finalmente, el miedo siempre va a aparecer. Es parte del camino, pero no tiene por qué ser el que tome las decisiones. Cuando bajes la velocidad, hazlo porque así lo elijes , no porque tengas demasiado miedo para seguir adelante.
Encuentra tu balance, junta tus fuerzas y sigue adelante incluso cuando te dé miedo. Porque ahí es cuando la magia ocurre.
Y seamos honestos, a veces, el miedo te va a ganar, en esos momentos, haz lo mismo. Toma un descanso, respira y encuentra el balance... y luego sigue adelante, recuerda POR QUÉ estás haciendo esto.
Sueña en grande. El camino que tienes por delante puede ser incierto, pero créeme: estás más preparado de lo que crees, tienes todo lo que necesitas.
Los únicos límites con los que te enfrentas son los que tú mismo te has impuesto. Así que, olvídate del miedo. Lo incierto no es algo de lo que tengas que huir: es el lugar donde te convertirás exactamente en quien estabas destinado a ser.
¿Listo para dar el siguiente paso?
Has llegado hasta aquí en tu camino y ya tienes todo lo que necesitas para dar el siguiente paso.
A veces, contar con el apoyo adecuado marca la diferencia. Si te sientes atorada, insegura del siguiente paso o simplemente estás lista para profundizar en tu crecimiento personal, me encantaría ayudarte.
Trabajemos juntas para descubrir las barreras te frenan y crear un plan que se alinee con tus deseos. Ya sea que estés atravesando una relación bicultural, deshaciéndote de viejos patrones o simplemente estés listo para prosperar a tu manera, estoy aquí para ayudarte.
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